Los beneficios de la vitamina D son cruciales para la salud, ya que contribuye a la fortaleza ósea, la función muscular e inmunitaria. Sin embargo, muchas personas en todo el mundo, no obtienen la cantidad suficiente, convirtiendo su suplementación en la más popular del mercado.

 

A pesar de esto, las recomendaciones para obtener vitamina D son bastante contradictorias. La luz del sol es lejos la mejor fuente, pero se sabe que exponerse mucho tiempo al sol es peligroso porque a la larga puede causar cáncer a la piel. Se recomienda consumir alimentos que contengan Vitamina D, pero la mayoría no la tiene en una cantidad suficiente 

 

A medida que pasa el tiempo, vamos acumulando años y somos mayores. Nuestra piel va adelgazando, lo que genera que sea más difícil producir vitamina D con la exposición solar, disminuyendo esta producción un 13% por cada década.

 

Las pieles con más melanina son más resistentes a los rayos UV, por lo que también suelen tener más carencia de Vitamina D.

 

La insuficiencia de vitamina D, que se diagnostica con un análisis de sangre, no suele causar síntomas. Pero algunas personas con un caso grave pueden experimentar fatiga, dolor óseo y debilidad muscular.

 

¿Cuándo se produce Vitamina D?

 

La producción de vitamina D se realiza principalmente entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde, cuando el sol está más alto, según ha descubierto la investigación. En cambio, a primera hora de la mañana, a última hora de la tarde y en invierno, el ángulo del sol aumenta de forma que los rayos UVB se ven obligados a recorrer una distancia mayor a través de la capa de ozono, que los absorbe en el proceso y por ende producimos menos vitamina. 

 

Durante mucho tiempo se pensó que los protectores solares alteraban este proceso. Sin embargo, estudios más recientes han descubierto que no es así en la mayoría de las personas.

 

Se necesita un equilibrio entre una exposición sensata al sol, una dieta rica y una suplementación adecuada para aprovechar todos los beneficios de la Vitamina D. (Una exposición sensata al sol implica buscar la sombra, llevar ropa protectora y aplicarse un protector solar con un FPS de 30 o superior).

 

Aún así, asegúrate no excederte. Un exceso de vitamina D puede causar náuseas, debilidad muscular, confusión, vómitos y deshidratación.

 

 

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Fuente: NatGeo